¿Sabías que… Trabajo viene de tripalium (tri: ‘tres’ – palium: ‘palos’), que en la antigüedad era un elemento de tortura?

Documentación
En el diccionario de Joan Corominas, la primera documentación de que se tiene noticia es en el texto de los Concilios de Auxerre y de Macon, del siglo VI d. C., donde aparecería la forma cuasiculta trepalium. Se ha descubierto una glosa del siglo XI al mencionado texto:
trepalio vel puteal est locus in quo rei verberantur
el ‘trepalio’ o brocal es el lugar en el que los reos son azotados
Evolución
Más tarde, la palabra derivada existe en todas las lenguas romances. En el caso del español, siguiendo a Corominas, la primera documentación está en Berceo (siglo XIII), quien usa la palabra con el significado de ‘esforzarse‘ o ‘procurar (algo)’.
Si nos vamos a otras lenguas, encontramos que en el griego antiguo, por ejemplo, el verbo δουλεύω significaba ‘ser esclavo’, y el sustantivo δοῦλος significaba ‘esclavo’. En griego moderno, el verbo trabajar es, tal cual, δουλεύω, y al trabajo ‘oficio’ se le dice δουλειά.
Durante la primera mitad del siglo XII, en francés se observan significados más análogo a la etimología: ‘tormento’, ‘fatiga, esfuerzo soportado’; traval d’enfant: ‘dolores del parto’.
Otro ejemplo de los tantos que existen lo encontramos en muchas lenguas eslavas, como el polaco. El sustantivo praca, ‘trabajo’, y el verbo pracować, ‘trabajar’, se cree que provienen de un protoeslavo *pertei, relacionado con palabras con el significado de ‘apalear’, ‘golpear’, ‘pelearse’, ‘disputar’.
Es indudable el origen de la palabra trabajo. Sin embargo, si logramos dedicarnos a lo que nos apasiona (como es nuestro caso), consideramos que se mitiga esta significación que arrastra el vocablo desde hace siglos.