Una editorial parisina recupera las historias perdidas del novelista, ensayista y crítico francés. Se publicaron en octubre de este año.
Marcel Proust es uno de los grandes autores de la literatura universal, mundialmente conocido por su obra En busca del tiempo perdido, una obra de tamaño descomunal ante la cual no cabe otra opción que rendirse ante su genio o bien acatar la hercúlea tarea de terminar su lectura. Pero desde octubre de este año también se puede acceder a otra obra de su autoría gracias al descubrimiento realizado por un editor francés.
Se trata de Bernard de Fallois, uno de los grandes expertos en la obra de Proust, quien descubrió nueve textos inéditos del autor francés. No era la primera vez que este editor, responsable de Éditions de Fallois, descubría material inédito de Proust, ya que en 1952 halló una novela desconocida y que fue publicada por Gallimard.
Hace un siglo, Marcel Proust (1871-1922) recibió el Premio Goncourt, el galardón literario más importante de su Francia natal. Un centenario que la pequeña editorial parisina Éditions de Fallois va a aprovechar sabiamente para publicar novelas cortas, borradores y relatos del inmortal autor que nunca habían visto la luz.
Son nueve relatos que iban a ser publicados en la antología Los placeres y los días, su primer libro en ver la luz cuando contaba con apenas veinte años. Nadie sabe la razón por la cual Proust (o tal vez su editor) decidió eliminar estos textos del volumen definitivo, pero lo cierto es que han permanecido en el olvido hasta hace poco.
Tras una ardua labor de edición, estos cuentos serán publicados a finales de 2019 por la editorial Éditions de Fallois, bajo el título de El corresponsal misterioso y otros relatos sin publicar, un libro breve —para ser de Proust—, de apenas 180 páginas y que incluirá facsímiles de las páginas originales del autor francés.
De acuerdo con la editorial de Fallois, estos textos desconocidos hasta ahora serían «una especie de diario» del autor bajo el «pretexto transparente de la ficción». Al contrario que en En busca del tiempo perdido, donde una y otra vez hay momentos cómicos, la conciencia de la propia homosexualidad aquí «es vivida como algo trágico, como una maldición».
Otra cosa que hace tan especiales a estas novelas es el hecho de que en ellas se comprende la génesis del escritor Proust. Experimentó con diferentes formas de narración, abordó temas que luego volvería a retomar y, de hecho, en términos estilísticos, su escritura se parece ya bastante a sus principales obras posteriores. En opinión de la editorial, «con esta colección de relatos llegamos a los orígenes de En busca del tiempo perdido».
El coloso literario en siete tomos es una de las obras más extensas y significaivas de la literatura francesa del siglo XX. Su narrador en primera persona revive por momentos de forma minuciosa detalles de su infancia. Los últimos tres tomos de En busca del tiempo perdido’ fueron publicados de forma póstuma.
Al conjunto de la obra de Proust se suman otros escritor literarios, así como miles de cartas que empezó a escribir desde los 17 años. Proust, que afrontó muchos reveses de la fortuna y fue desde niño una persona enfermiza, murió el 18 de noviembre de 1922, a los 51 años de edad.