Vivir entre libros

Entrevistamos a Nurit Kasztelan, fundadora de Librería Mi Casa, una propuesta diferente para descubrir «rarezas» literarias.

 

«(La literatura) es un lugar en el mundo, una forma de mirar y entender el mundo».

Nurit Kasztelan

Entre audio y audio, pudimos conocer un poquito más a esta apasionada de los libros, licenciada en Economía y Letras, quien un día comenzó un emprendimiento diferente y enriquecedor.

Creada hace muchos años, la idea de Mi Casa Librería Atípica surgió casi por casualidad, buscando libros difíciles de conseguir para ella misma y sus amistades, y deseando un cambio en su día a día. Nurit quería leer y tener sus horarios, por eso colgó su trabajo como economista y decidió comenzar a vender en su propio espacio las obras que no se encontraban en todos lados. «Primero vino el deseo y después surgió la forma», explica y agrega: “Me interesa tener libros más raros y difíciles de conseguir. No tiene sentido tener los mismos libros que hay en otros lados, en la calle. Está bueno que la gente sepa que acá va a encontrar joyitas, más que nada rarezas”.

Para obtener y ofrecer este tipo de libros, Nurit revela que ha hecho un gran trabajo de rastreo y, antes de la pandemia, traía de otros países, como México y Estados Unidos. “Ahora viajar está difícil, pero todavía sigo teniendo algunas rarezas”.

 

Sos Licenciada en Economía, pero también estudiaste Letras, ¿cómo fue el salto de una disciplina a la otra? ¿Qué te llevó a hacerlo?

Estudié Economía por las matemáticas; me gustaban mucho los números y esa disciplina. Pero siempre leí un montón, desde chica. De hecho, en un momento de la carrera, cuando estaba en tercer año, hice las dos a la vez (había empezado el CBC de Letras), y era imposible. Así que abandoné la idea….

Después, cuando me recibí de economista, me puse a hacer la carrera de letras… No sé, nunca las vi como incompatibles, o siempre en mí se compatibilizaron esas dos personas que les gustaban esas dos cosas distintas: los números y los libros.

Lo que por ahí me pasaba era que, cuando era chica, no entendía tanto lo que era la Teoría literaria, me gustaba más leer… Pero después me fascinó, cuando lo hice por segunda vez; o sea, no solo la lectura sino también todo lo que implica una carrera como letras.

“Mi relación con los libros es absolutamente pasional… y caprichosa: soy una persona que si no le gusta un libro, lo deja por la mitad, no lo termina”.

¿Cómo fue tu experiencia de lectura durante tu infancia?

Siempre fui lectora. Mis papás se burlaban: uno, porque me leía todo tan rápido que tenían que comprarme más libros; y dos, se acordaban que en los viajes, si había un segundo libre —estaba esperando el avión o un micro— agarraba un libro y leía. Estaba todo el tiempo leyendo.

De chica me gustaba mucho Roald Dahl, René Goscinny y Ana María Shua. Leía mucha literatura infantil, siempre leí un montón, no es que vino de grande. Y por suerte, mi casa era una casa con libros.

¿Cómo es tu relación con los libros hoy y cómo describirías la experiencia de lectura? 

Mi relación con los libros es absolutamente pasional… y caprichosa: soy una persona que si no le gusta un libro, lo deja por la mitad, no lo termina, no cree que hay que leer todo lo que está de moda, sino lo que a una lo interpela de algún modo. Siempre leí mucho y leo muy salteado. Ahora en la cuarentena, cada vez más y muchos géneros a la vez: una novela, un libro de poesía, un ensayo, un libro de entrevistas, otro libro en inglés, o sea, leo como popurrí, salteado. A veces lo termino, a veces no. Pero siempre estoy leyendo y con un libro en la mano.

¿Qué cambios considerás que produjo la pandemia en cuanto a la práctica de la lectura?

Yo creo que la pandemia modificó bastante la práctica de la lectura, porque al no existir otros consumos culturales —porque no se podía ir al cine, al teatro, y tampoco tener tantas reuniones sociales—, la gente tenía mucho más tiempo que antes y ese tiempo libre lo usaba para leer. Yo creo que a la gente que leyó mucho siempre no le modificó tanto, pero a quienes tenían muchas horas de trabajo les modificó un montón. Sobre todo porque incluso había personas que tenían sueldos pagos pero tiempo libre, porque no tenían que trabajar. Igual eso fue temporario, porque en la medida en que la gente vuelva a trabajar a un ritmo normal, etc., no tendrá tanto tiempo para leer. Por eso en toda la primera parte estuvo el boom de las librerías y ahora las cosas se acomodaron: la gente no está todo el tiempo leyendo como al principio, ahora que se puede volver a salir y ver gente.

PH: Alejandra Bonaccini

Amante de la poesía desde niña, Nurit publicó varios libros de poemas —Movimientos Incorpóreos (Huesos de Jibia, 2007), Teoremas (la Propia Cartonera, Montevideo, 2010) y Lógica de los accidentes (Vox, 2013, LIliputienses, España, 2014, 2015), O amor era um jogo instável (Nosotros, Brasil, 2018) y Después (Caleta Olivia, 2018, Liliputienses, España, 2019) y el libro de artista Soy lo que leo (Simetría Doméstica, 2019). Además, co-dirige la editorial Excursiones y fue traducida al inglés (su libro Awaiting major events saldrá este año por Cardbourdhouse Press) y al portugués.

Actualmente, está incursionando por primera vez en la narrativa, escribiendo una novela, sin dejar la poesía de lado. Sobre esta nueva obra, detalla: “Se llama Tanto y es una especie de nouvelle de una mujer que se va a vivir al campo y contempla el paisaje. Tiene mucha reescritura de libros de naturalistas y es lo que le pasa a ella en ese entorno natural y cómo contrasta con los recuerdos de la ciudad”.

 

¿Qué significa para vos el arte en general y la literatura en particular?

Para mí la literatura es un sistema que tiene sus reglas de legitimación, que son un montón: los propios escritores, la Academia, los lectores… es muy difícil de explicarlo con palabras, creo que uno en toda la carrera tratando de entender qué es la literatura y nunca lo entiende. Hay un texto de Deleuze que se llama La literatura y la vida, que es hermoso y que habla de eso. Y en algún punto para mí está relacionado con la vida. Alejándome de la Academia y de todas esas cosas más formales, yo pienso que a mí la literatura me salvó, me dio como un timón, una vela, y creo que a mucha gente le pasa eso… es un lugar en el mundo, una forma de mirar y entender el mundo. Y el arte también creo que es un poco eso.

¿Cuál es tu libro favorito?

No sé si tengo un libro favorito y un escritor favorito. Medio que eso va cambiando. Sí me gusta mucho, por ejemplo, Enrique Lihn, un poeta chileno, y de todos sus libros, te puedo mencionar La pieza oscura. Es un libro hermoso.

¿Considerás que el libro en papel y el digital seguirán coexistiendo en el futuro?

Yo creo que, en la medida que las editoriales hagan cada vez más lindas ediciones, sí, van a seguir coexistiendo. Es verdad que cada vez es más accesible el ebook, antes no tanto, y más gente se lo puede comprar. Pero acá todavía somos medio fetichistas y la realidad es que es mucho más cómodo leer en papel que leer en digital. Así que para mí van a seguir coexistiendo, por ahora al menos.

Alejandra Bonaccini

Nurit también nos cuenta que realiza un trabajo de curaduría con respecto a los libros que recibe y ofrece en su librería, dado que no tiene suficiente espacio para tanta cantidad de obras. De esta manera, trabaja con las editoriales y distribuidoras y no recibe libros directamente de los autores. “Sí me pasa que, a veces, si hay un autor muy conocido, como por ejemplo, Alicia Genovese (que tenía todos sus libros publicados en editoriales), antes de sacar la obra reunida en Gog & Magog, yo le había pedido que me traiga por separado así se los vendíamos. Pero yo los busco y son casos muy excepcionales”.

Además de la venta de libros, en Mi Casa Librería Atípica, Nurit dicta talleres de escritura de poesía y en ocasiones también de narrativa. Pueden ser teóricos de una sola clase o individuales con alumnos. Años anteriores también se han llevado adelante talleres de “Poesía y botánica”, y de “El sonido en el poema» —ambos dictados por especialistas—, y este año realizará por Zoom un taller de naturalistas, con una mexicana experta en el tema.

Para conocer las rarezas que ofrece esta librería atípica y el bello espacio en el que albergan, solo hay que enviar un mail a micasalibreria@gmail.com, escribir al instagram o por Facebook, concertar una visita y ¡listo! A su vez, se encuentra todo el catálogo en la web, desde donde se puede elegir el libro y recibirlo en casa.

¡No tenés excusa para disfrutar de la literatura!

 

PH: Alejandra Bonaccini

 

 

 

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