Pila de libros, un sitio web para intercambiar obras literarias con otros amantes de los libros como vos.
¿Te encanta leer y te gustaría que los libros circulen por tus manos con más asiduidad? Ya existe un espacio para ayudarte con eso. En la página web Pila de Libros, te registrás y podés contactarte con otros lectores que quieran intercambiar alguna obra literaria. De esta manera, podrás renovar tu biblioteca con mayor frecuencia y leer más libros.
Trueque tecnológico
Lo interesante de nuestro tiempo es la reformulación de viejas usanzas con una vuelta de tuerca. Ya no es nueva la posibilidad de acceder a muchas obras de forma gratuita (o no) en formato digital, lo cual nos permite adquirirlas por una cuestión económica y también de espacio y tiempos. No es lo mismo tener en un dispositivo móvil o eReader una obra de miles de páginas y llevarlo a todos lados para aprovechar tiempos muertos del día para leer, que andar de un lado al otro con el pesadísimo libraco. Seguramente, desistirías de leerlo. Lo que sí es nuevo es la posibilidad de «truequear» libros. Sí, porque a través del sitio Pila de libros se estaría volviendo a algo similar al trueque, lo que nos facilitaría el acceso a obras que quizá nos costaría más adquirir.
“La lectura tiene que dejar de ser un privilegio, porque es un derecho y a veces el bolsillo no acompaña. Con esta movida, sólo hace falta tener ganas de leer”, afirma su creador, Nacho Damiano, el creador de la idea.
“El objetivo de esta comunidad es que intercambies tus libros que ya no quieras releer por otros que te interesen. Para hacerlo, seguí estos simples pasos: Creá tu perfil de usuarie, cargá los libros que ofrecés, cargá los libros que desearías recibir por los tuyos y ¡Listo!”, explican en el sitio Pila de Libros ni bien entrás.
La idea es que después navegues por la página para encontrar un libro que te guste. Una vez que encuentres la obra que desees, debes solicitar el intercambio con el otro usuario; si este está interesado, harán MATCH. Por este motivo se juega con el paralelismo con la ya famosa aplicación de citas.
Nacho Damiano —licenciado en Letras, editor, corrector, docente, prensero, publicista, gestor cultural— además es quien administra el perfil @piladelibros, desde donde inició con esta iniciativa que tuvo una increíble repercusión y participantes. «Ofrezco Dostoievski, busco Primo Levi» fue el comienzo en esta cuenta que ya tiene más de 15 mil seguidores.
“La idea era que la gente pusiera qué libro de su biblioteca tenía para ofrecer, porque lo tenía repetido o ya no quería releerlo o lo que sea, siempre tratando de que sea una recomendación y no un sacárselo de encima, y que agregara por cuál libro, autor, género o editorial le interesaba cambiarlo y también la zona en la que vivía. Con una lógica tan torpe y precaria, porque al estar en comentarios no se puede buscar, setear, tagear, ni nada, empezó a caminar, y en ese período de cuatro semanas, hubo 300 matches, 300 intercambios concretos”, cuenta Damiano y continúa: “Eso me incentivó a hacer un sistema mejor, más organizado, más eficiente y también más divertido”. Así nació el sitio. En poco tiempo se realizaron más de 300 canjes en Argentina y otras partes del mundo, como Santiago de Chile, Montevideo, Barcelona,
El servicio es gratuito y se puede utilizar en Argentina y la mayoría de los países hispanohablantes (en Bolivia y Paraguay aún se están ultimando detalles). La meta es tener alcance mundial: con tener una geolocalización y entender el idioma es suficiente.
“El objetivo es doble: en tiempos pandémicos y posmodernos, solemos tener relaciones cada vez más distanciadas. Tal vez, coincidís con alguien en gustos, lecturas, ideología, cerca de tu casa, pero nunca te lo cruzás; acá, al estar georreferenciados y al hablar de libros, que es algo que nos describe como sujetos, si tengo un libro que te gusta y viceversa, lo intercambiamos, y es probable que algún día nos tomemos un café. O por lo menos, nos recomendemos otra cosa, hagamos comentarios”, explica Damiano. En este sentido, habla de Pila de Libros como una “proto red social”: “El vínculo es digital en su origen, pero si la distancia no es grande, la relación va a superar la pantalla. Está bueno, se termina armando una comunidad”.