Libros en bicicleta

Elena Martínez Blanco, una librera de Tres Cantos (Madrid), ante la imposibilidad de abrir su negocio por la pandemia, utilizó este medio para repartir los libros. Así logró vender más títulos que con el negocio abierto.

Dueña de la librería Serendipias, esta madre soltera luchó contra la adversidad durante esta pandemia por el Coronavirus y ganó. ¿Cómo? Vendiendo sus libros en bicicleta.

Repleta de libros, en especial para niños, y con un pequeño espacio para actividades, la librería abrió hace ya cuatro años, lo que la convirtió en la única del municipio. Con una gran capacidad para fomentar el hábito de la lectura, Elena Martínez Blanco pronto se encontró con una buena clientela.

Tres Cantos es un municipio de casi 47.000 habitantes y actualmente su población es una de las mayores consumidoras de productos online en España. En libros compra hasta un 419% más por Amazon que el resto del país, según los datos ofrecidos por la propia empresa. Además de esta circunstancia, Martínez Blanco se encontró con que no podía pedir las ayudas para autónomos que lanzó el Gobierno central, la comunidad y su ayuntamiento, ya que exigían que el negocio hubiera clausurado su actividad o que hubiera unas pérdidas de más del 75%. «Y yo acababa de cobrar las facturas por un festival que organicé en enero por lo que no cumplía ninguno de los requisitos», comenta.

Ilustración de Elena Martínez Blanco que le hizo el dibujante Santiago García Clairac

Ante el miedo de tener que cerrar definitivamente su negocio y no poder mantener a su hija adolescente, tomó una decisión. Como primera medida, continuó con las actividades que antes llevaba a cabo de forma presencial pero en formato digital. «Comencé a hacerlas en redes para generar contenido y demostrar que, aunque estábamos cerrados físicamente, seguíamos haciendo las mil cosas que suelo hacer yo siempre», explica. Así, a través de la página de Facebook de la librería, leyó cuentos para los niños todas noches, realizó 30 encuentros con autores por medio de una aplicación y realizó clubs de lectura online, en los que participaron diferentes escritores. «También he hecho vídeos en directo enseñando libros. Al hacer continuamente contenidos ha ido funcionando el boca a boca de una manera que nunca soñé», relata.

La segunda medida que tomó fue colocarse el barbijo, una mochila con libros, una bicicleta y salir a vender. «Pedí al ayuntamiento una pantalla protectora y me busqué unas mascarillas y guantes. Y me lancé pensando que igual vendía dos o tres libros pero que supieran que si alguien necesitaba algo que podían contar conmigo. Tenía que ser algo que tuviera la librería porque no lo podíamos pedir a los distribuidores», dice Elena y agrega: «Yo pensaba vender dos o tres y al principio tenía cinco pedidos, pero luego llegué a tener 30 y más. La semana pasada he vendido más que cuando estaba abierta. A mis padres les decía que no me lo podía creer. Habitualmente vendemos unos 25 libros al día. Esta semana han sido 35-40 libros al día».

A esto ayudó el contexto de aislamiento que se vieron obligados a mantener, lo que les proporcionó mucho tiempo libre y pocas actividades en las cuales emplearlos. «Los niños leen muchísimo, pero es que también adultos han llamado diciéndome ‘estoy aburrido de ver series’. Los adultos se han enganchado y están redescubriendo el placer de la lectura. El aburrimiento ha funcionado bien. Están viendo que leer mola», mantiene.

Elena Martínez Blanco, en la puerta de su librería.

Desde el 4 de mayo bajó la intensidad en el reparto y colocó una mesita en la puerta de la librería para vender mediante cita previa. Es lo que pretende mantener mientras su madre la ayuda. «Sí, yo ahora no dejo entrar a nadie. Les enseñamos nosotros los libros. Incluso aunque pudieran pasar ya, no sé si lo haría porque no se puede controlar a los niños. Los niños tocan cosas. De momento voy a seguir así», explica.

¿Y vos? ¿Cómo te las estás arreglando durante esta pandemia?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *