Autores de diferentes nacionalidades dejaron plasmados entre las páginas de sus libros preciosos lugares de nuestro planeta. ¡Conocelos y agendalos para tu próximo viaje!
¿Te gusta viajar y sos amante de los libros? Reviví tus experiencias de lectura en carne y hueso en tu próxima vuelta al mundo.
París, Francia
Varias décadas son las que vivió Julio Cortázar en esta bella ciudad francesa. En la Place du Général Beuret se encuentra la casa en la que residió durante sus primeros años en esta metrópoli y en la que escribió Final del juego, Las armas secretas y la extraordinaria Rayuela.
Otro lugar que no podés dejar de visitar para ser un verdadero/a viajero/a literario/a es el metro de París, otro de los espacios predilectos del autor. En él situó bastantes escenas de sus obras. En Cuello de gatito negro, el protagonista, Lucho, sube a un abarrotado vagón de la línea 12 y allí roza por casualidad la mano enguantada de una hermosa mujer. El no previsto encuentro finaliza en casa de ella, tomando café y charlando sobre Nina Simone.

A su vez, Cortázar tenía por costumbre dar largos paseos por la orilla del Canal Saint-Martin o por la Rue de L’Abbaye, donde precisamente podemos emular a los protagonistas de El perseguidor, que bajan por esta calle hasta el Sena y finalizan contemplando el río y hablando en el Quai des Grands Augustins, junto al callejón de Gît-le-Coeur.
En cuanto a la gastronomía, no podés dejar de picar algo en el restaurante histórico Polidor, en la Rue Monsieur le Prince. Allí, entre espejos, cortinillas y bancos de madera, se desarrolla el inicio de la otra novela del escritor en París, 62/Modelo para armar.
La Toscana, Italia
Esta bellísima región italiana quedó eternizada en la novela Mil días en la Toscana, de Marlena de Blasison. En ella, la escritora y periodista norteamericana cristalizó las memorias y vivencias personales que, junto a su marido Fernando, vivió en la pequeña localidad de San Casciano dei Bagni, descubriendo los secretos de la Toscana de la mano del autóctono Barlozzo. “Hay que leer, leer mucho. Pero no sólo guías de viajes, que tienen su valor pero no van más allá. Leer historias, novelas, memorias… Hay que estar preparado para caminar por la Toscana, para vagar y para perderse”, dice la autora.
Con su libro pasearás por los campos de amapolas de Umbría, los típicos paisajes toscanos de trigo y cipreses y, fundamentalmente, te sumergirás en la gastronomía de la región, deseando probar la fritura de flores, las típicas salchichas asadas con uvas y los deliciosos quesos de cabra aderezados con miel de castaño.
Lisboa, Portugal
Antonio Muñoz Molina decía que esta ciudad se le parecía. Por eso, en su novela El invierno en Lisboa narra noches de jazz y bourbon viendo como la niebla hace prolongar el puente 25 de Abril hasta el infinito: “Recuerdo algo que me dijo una vez, que Lisboa era la patria de su alma, la única patria posible de quienes nacen extranjeros”.
El escritor, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, también le dedicó a esta metrópoli otras novelas. En Como la sombra que se va reconstruye la huida y los paseos por Lisboa del asesino de Martin Luther King, James Earl Ray. Este, durante su estancia en Portugal, se hospedó en el hotel Mundial, en Praça Martim Moniz, hoy con un precioso bar rooftop, desde donde bajaba hasta el río en Praça do Comércio a mojarse los pies para luego adentrarse en los callejones del barrio portuario de Bica.
Ganador el Premio Nacional de Narrativa por su novela Un invierno en Lisboa, en el 2019 publicó su (por ahora) última novela ambientada en esta ciudad, Tus pasos en la escalera. En ella descubrimos la belleza de los Jardines botánicos de Ajuda y Belém, así como las vistas desde el Miradouro de Nossa Senhora do Monte, al que se llega por las cuestas del barrio de Graça, y el espíritu más burgués de la freguesia de Ourique.
Londres, Inglaterra
Virginia Woolf es una de las escritoras que ambientó historias en las calles londinenses. Se destaca La señora Dalloway, en la que la autora sigue los pasos de la burguesa y un poco snob Clarissa mientras ultima los preparativos de una fiesta que acogerá esa noche haciendo recados por Bond Street y Regent Street hasta el parque del mismo nombre.
Como londinense que amaba contar la ciudad desde la perspectiva de sus ilustres residentes y de la gente corriente, en el ensayo Londres (1931) descubrimos cómo era en esa época la casa del poeta Keats en Hampstead y la de Thomas Carlyle en Chelsea. Visitamos también la Cámara de los Comunes y nos perdemos en el bullicio de los muelles del Támesis.
Esta urbe es también el telón de fondo de los amores fracasados, los conflictos de pareja y las frustraciones profesionales que narra el británico Hanif Kureishi, un perfecto documentalista de la sociedad contemporánea. En Siempre es medianoche el escritor nos cuenta las crisis e incluso las intimidades sexuales de varias parejas a través de localizaciones con descripciones detalladas: noches en pubs de la elegante Notting Hill, besos de amantes en la estación Victoria, cenas monótonas en High Street o paseos solitarios por Hyde Park. Sin usar adjetivos que engalanen la ciudad ni reseñas subjetivas de rincones desconocidos, Kureishi prefiere mostrarnos Londres a través de las historias más cotidianas de sus habitantes.
Tokio, Japón
Son muchos los autores que han basado su narrativa en la capital nipona, pero sin duda Haruki Murakami se ha convertido desde hace décadas en uno de los grandes embajadores de Tokio, aunque no sin mostrar su cara más triste, desde la soledad a las tradiciones familiares que todavía condicionan en gran medida la vida de todo joven.
En Tokio blues, Sputnik mi amor y 1Q84, Murakami expone sin tapujos el telón de fondo del país que este año acoge los Juegos Olímpicos, desde los cambios en los valores sociales, la violencia soterrada y la crítica acerba al sistema. ¿Qué pasó con el Japón de los samurais, de las geishas y los kimonos? En los tres relatos que conforman 1Q84, ubicados en la década de los noventa, iremos de visita a los salones recreativos de Shibuya, los rascacielos del distrito financiero de Nishi-Shinjuku y, ampliando nuestra visión de Japón, descubriremos la belleza y las costumbres de las pequeñas islas al sur de Honshu.