¿Alguna vez te descubriste «copiando» el acento o el vocabulario de tus interlocutores? A todos, en mayor o menor medida, nos sucede. ¿Por qué lo hacemos? Aquí te explicamos.
Cuando hablamos con una persona por más de diez minutos, solemos mimetizar su forma de expresarse. Esto ocurre, especialmente, cuando el hablante está viviendo en otra ciudad, cuyos habitantes utilizan una variedad lingüística diferente. ¿Qué significa esto? Para resumir, significa que poseen un acento divergente o emplean otras palabras para referirse a lo mismo. Por ejemplo, en Argentina se dice «pollera» en lugar de «falda», «barbijo» por «mascarilla» y «manteca» para referirse a la mantequilla.
En general, remedar el acento tiende a ser un acto inconsciente, mientras que la incorporación de la estructura gramatical y el léxico suele ser intencional. Al primer caso se lo llama convergencia fonética y al segundo, convergencia lingüística.
Los motivos
La principal razón de este fenómeno es el deseo de aceptación social, lo que es muy habitual que se dé, especialmente, entre los inmigrantes. «Dentro de cada sociedad imperan ciertas relaciones, jerarquías, y las personas con mayor conciencia de esto adecúan su hablar con el fin de ser aceptadas», sostiene Zuzana Erdösová, profesora de lingüística de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Otra de las razones es el anhelo de comunicación. «Nos comunicamos mejor cuando estamos en la misma sintonía, cuando usamos las mismas palabras, porque entendemos mejor a quien suena como nosotros», explica Lacy Wade, profesora de Lingüística en la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
Wade, a su vez, afirma que la convergencia lingüística es una consecuencia cognitiva automática de la comprensión del lenguaje. «Ciertos investigadores aseguran que, cuando escuchamos hablar a alguien, guardamos esos sonidos en nuestra memoria y estos influencian luego nuestro propio discurso».
A todo esto es necesario agregar la facilidad que tiene cada uno en relación con las lenguas. «Hay personas más abiertas, otras más cerradas y hay quienes son más aptas con los acentos. Incluso algunas logran imitar perfectamente ciertos acentos o dialectos de algunas lenguas, como podrás ver en muchos videos de YouTube», comenta Erdösová.
¿Y a ti alguna vez te ha ocurrido?