¿Sabías que Escuela viene del latín schola y esta a su vez del griego σχολη (scholē), que quiere decir ‘tiempo libre’?
Sí, aunque los estudiantes seguramente no relacionan el tiempo libre con la escuela, esa es la etimología de esta palabra.
¿Y cómo resulta esto? Para llegar a una respuesta tenemos que remitirnos a la antiguad, claro. El filósofo griego Aristóteles consideraba que el ser humano necesita tres acciones para vivir bien: el trabajo, el descanso y el ocio. No es necesario explicar el trabajo y el descanso; sin embargo, sí nos detendremos en el ocio. Con este vocablo el heleno hacía referencia a cultivar el alma libremente.
Por eso, no es extraño que en la Antigüedad se relacionara la etapa del aprendizaje con el ocio o el juego, pues lo contraponían con los deberes cívicos o laborales. Además, el cultivo del espíritu era un placer para los habitantes de la Grecia Antigua.
En relación con esto, el profesor Francisco Arenas-Dolz (Universidad de Valencia), en su obra Los trípodes de Hefesto comenta: «La capacidad del hombre de sustraerse al dominio de la necesidad y de lo útil y entregarse a actividades libres y desinteresadas desaparece cuando se pierde de vista la tríada de conceptos que el estagirita (Aristóteles) saca a relucir en los libros finales de su Política: […] mientras que descanso (anápausis) y trabajo (ascholía) se mueven en la esfera de lo necesario para la vida, el cultivo del ocio (scholé), se mueve en la esfera de lo libre».
Bajo este concepto, surge la escuela en Grecia antigua como un lugar al que acuden aquellos que quieren cultivar el alma a través de experiencias que les servirán para toda la vida.
Por otra parte, no nos olvidemos que en otras épocas (incluso no tan lejanas) y en muchas partes del mundo —lamentablemente, aún sucede en ciertos lugares—, ir a la escuela y tener la posibilidad de acceder al conocimiento fue un privilegio. ¿Cuántos niños españoles tuvieron que trabajar en el campo para ayudar a su familia en la posguerra?
¿Y el latín?
Esta lengua hizo lo mismo que su vecina y llamó ludus a la escuela primaria. Seguramente ya sabes que esta palabra significa ‘juego’, ‘ocio’, ‘experimentación’. De ahí que hoy lúdico signifique ‘Perteneciente o relativo al juego’.
Como dijimos con anterioridad, el latín tomó en préstamo el vocablo scholē y lo expandió a otras lenguas, las romances (sus hijas). Así, encontramos escola, en portugués; école, en francés; scuola, en italiano; şcoală, en rumano. Pero también «contagió» a otras lenguas no romances, por ejemplo, school, en inglés; škola, en checo; schule, en alemán, entre otras. Esto sucedió ya que los romanos fueron los que expandieron la institución de la escuela por Europa.
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