Bella librería en una iglesia

Se llama Selexyz Dominicanen y está ubicada en los Países Bajos. El edificio data del siglo XIII y perteneció a la orden de los Dominicos.

¿Alguna vez te has encontrado un libro (que no sea la Biblia, claro) en una iglesia? Pues ahora sí pueden hacerlo. Solo tienes que ir de visita a los Países Bajos.

Esta iglesia gótica, que perteneció a la orden de los Dominicos alrededor del año 1280, fue restaurada por la cadena de librerías Selexyz. Así, pasó de ser un templo religioso a ser un templo de libros.

De iglesia a librería

Antes de convertirse en un guardián de libros, el edificio permaneció varios años cerrado, desde 1805, cuando dejó de ser una parroquia. Luego se utilizó como galería de arte y tiempo después incluso fue un almacén de bicicletas. “Después de que los franceses prohibieran todas las abadías y monasterios en 1796, la mayoría de las iglesias fueron reasignadas a un propósito militar. Esta no fue una excepción. Con el tiempo, acabó teniendo otros usos hasta acabar finalmente reconvirtiéndose en la asombrosa librería que es hoy”, destaca Evelijn de Jong, directora adjunta de la librería.

Fue recién en el 2004 cuando inició la idea de transformar esta histórica edificación en un espacio dedicado a los libros y en el 2006 abrieron sus puertas. Sin embargo, no fue hasta el 2011 que terminaron con las obras.

Historia y modernidad

Cada uno que ingresa dentro de estas preciosas paredes se pierde entre gruesas columnas de piedra, libros y frescos del siglo XIV en el techo. Una completa belleza para disfrutar de la literatura.

«Las nuevas instalaciones se destacan por una gran estantería de acero negro de tres pisos que se extiende hasta las bóvedas de piedra. Ascensores y escaleras llevan a los estantes más altos en medio de las grandes columnas; desde ellos se tiene una vista impresionante de la nave de la iglesia, generando un ambiente único (…). El lado izquierdo de la Iglesia conserva su altura completa mientras que en el derecho los visitantes circulan por los niveles superiores de esta ‘pasarela de libros’. Según se va ascendiendo, caminando entre libros, alcanzan el nivel superior, en el que experimentan las colosales dimensiones de la iglesia y pueden ver de cerca las fantásticas pinturas murales históricas».

Visitada por un promedio de 700.000 personas de todo el mundo cada año, esta iglesia-librería también ofrece una cafetería en el antiguo coro y una mesa de lectura en forma de cruz, como gesto de humor e ironía por parte de los arquitectos.

El proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Merkx+Girod y ganó el prestigioso premio Lensvelt, de diseño de arquitectura interior.

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